jueves, 17 de febrero de 2011

La Prometida

A la espera de escuchar la comparsa del Puerto, aparecía en escena la comparsa mixta La Prometida, agrupación que bajo mi punto de vista protagonizó la sorpresa de la noche. Tras quedarse en preliminares en 2010 con Kurare bajo la letra de Luis Ripoll, este año la autoría corría a cargo del Canijo y de Rafael Pastrana.

Se presentan con el tipo de la novia cadáver de Tim Burton, y sus novios a las guitarras, caja y bombo. La puesta en escena es preciosa, cuidando mucho la estética: bajo una tenue luz azulada que hacía relucir el maquillaje y el tipo, acompañadas de los acordes de un piano, estas comparsistas daban paso a su presentación.

Metidas en el tipo desde el principio, hacen gala de unas magníficas voces, son las novias de aquellos que les hacían promesas en vano.” Sin tus manos, sin tus besos todo se vuelve gris”. Si buenas son sus voces, la afinación es aún mejor.

Temática original en los pasodobles, el primero para la princesa de Asturias, a la que piden que se comprometa con la sociedad a la que representa. Pero sin duda, el momento más emotivo vino de la mano del segundo pasodoble, donde homenajearon a María la Yerbabuena:”que a este puchero nunca le puede faltar un toquecito de tu hierbabuena”.

No defraudan en los cuplés,dada la modalidad. Simpáticos los dos, uno a las camisetas del Toni Rodríguez y el otro a una tarta de bodas que alguien se ha comido en los camerinos. El estribillo es un trabalenguas cantado a ritmo vertiginoso pero bien cantado:”Cádiz, si no puedo verte, dame la muerte que nos separe”.

En el popurrí continúan en la línea del resto de la actuación, donde el piano vuelve a acompañarlas. Letras con algunos altibajos, pero con cambios de ritmos muy variados. Bonitas letras donde declaran su amor a Cádiz bajo una lluvia de pétalos. "Qué más da que yo esté muerta, si tú me das la vida".

Firmaron una buena actuación en preliminares, sin duda son merecedoras del pase a cuartos. A ver si lo consiguen y continúan abriendo camino a la mujer en el mundo del Carnaval. La suerte está echada.


No hay comentarios: